Tratamiento de mordida abierta
Importancia: Una mordida abierta se produce cuando los dientes superiores e inferiores no se tocan al morder, lo que puede causar problemas de masticación, habla y estética dental. Tratar una mordida abierta es crucial para mejorar la función oral y la apariencia estética.
Procedimiento:
Evaluación Inicial: El ortodoncista realiza un examen detallado y toma radiografías para evaluar la gravedad de la mordida abierta y planificar el tratamiento adecuado.
Tratamiento Ortodóntico:
Brackets Metálicos o de Cerámica: Se colocan brackets en los dientes y se usa un alambre ortodóntico para mover los dientes a su posición correcta.
Alineadores Transparentes (Invisalign): Alineadores transparentes personalizados que se cambian cada 1-2 semanas para mover gradualmente los dientes.
Aparatos Adicionales: En algunos casos, se utilizan dispositivos adicionales como elásticos intermaxilares o aparatos funcionales para corregir la mordida abierta.
Elásticos Intermaxilares: Bandas elásticas que se colocan entre los brackets superiores e inferiores para ayudar a cerrar la mordida.
Aparatos Funcionales: Dispositivos que ayudan a guiar el crecimiento de la mandíbula y corregir la mordida abierta.
Cirugía Ortognática (si es necesario): En casos severos, puede ser necesario realizar una cirugía ortognática para reposicionar la mandíbula y corregir la mordida abierta.
Instrumentos: Brackets, alineadores, elásticos intermaxilares, aparatos funcionales, herramientas quirúrgicas (si es necesaria la cirugía).
Duración: El tiempo de tratamiento varía según la gravedad del problema, generalmente entre 12 y 24 meses.
Número de sesiones: Ajustes y revisiones cada 4 a 6 semanas.
Incomodidades: Puede haber dolor y presión después de la colocación inicial de los brackets o alineadores y tras cada ajuste. También puede haber irritación en los tejidos blandos de la boca debido a los aparatos ortodónticos.
Riesgos y fallas: Si no se siguen las indicaciones del ortodoncista, como el uso adecuado de los elásticos intermaxilares, el tratamiento puede prolongarse y no ser efectivo. Existe el riesgo de recaída si no se usan retenedores después del tratamiento para mantener la nueva posición de los dientes.
En casos de cirugía ortognática, los riesgos incluyen infecciones, sangrado y tiempo de recuperación prolongado.
